Aprender a ser maduros es algo que todos enfrentamos en algún momento de nuestra vida. No es tan fácil o divertido como los días despreocupados de la juventud, pero tiene su propia recompensa.
Ser “Adulto” es difícil. Con cuentas que pagar, un préstamo universitario del que preocuparse, y problemas en la relación que parecen estar tirando de las costuras de la cordura, cómo desearías poder volver a los días de tu juventud. Desgraciadamente, te enfrentas a aprender a ser maduro.
La vida adulta es un verdadero desafío. Y te guste o no, es inevitable. Tarde o temprano te encontrarás ajustando tu estilo de vida para acomodar estas responsabilidades. Y para sobrevivir a la carga física, emocional y mental de vivir como adulto, debes aprender a ser maduro.
Cómo ser maduro: 12 consejos para transformar tu vida
Ser maduro te da más perspectiva al lidiar con cualquier desafío que puedas encontrar. Es una habilidad importante para la vida cultivada tanto por tus experiencias como por tus errores. Si todavía te quedaste en el final de la inmadurez juvenil, trata de aprender la madurez temprana con estos consejos.
1. Escucha los consejos
Tú no estás tan bien informado sobre la vida como podrías pensar. Esto no es pedirte que sigas todos los consejos, sino que los escuches. Claro, no todos los consejos que la gente te da pueden solucionar tu problema. Pero te da una idea de cómo se las arreglaron para tratar sus propios problemas a su manera.
Los consejos, especialmente los de personas mayores que tú, son probados y comprobados por la experiencia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cuando se trata de tomar decisiones, tú tienes la última palabra. Utiliza los consejos que se te han dado para visualizar los escenarios y, a partir de ahí, trabaja en tu camino hacia una decisión con la que te sientas cómodo.
2. Continúa ampliando tus conocimientos y habilidades
Cuando se trata de saber cómo ser maduro, hay que recordar que el aprendizaje no termina en la escuela. Hay un montón de ideas y objetivos que se descubren una vez que se sale al mundo real. Aprender cada pedacito de información y habilidad que se te presente, sin importar cuán superficial sea, te dará una ventaja para enfrentarte a los retos futuros que encontrarás. Así que no te aísles de la nueva información y las nuevas habilidades para la vida.
3. Aprende cómo llegar a un acuerdo
Aprender a transigir es la verdadera marca de la madurez. Comprometerse es reconocer que no podrás avanzar si no haces pequeños sacrificios personales. Reconoce la importancia del bien común por encima del prejuicio o el orgullo personal. Encontrarás que el compromiso de aprendizaje es particularmente útil cuando se trata de problemas interpersonales y de la toma de decisiones.
4. Aprenda a pedir disculpas
No hará daño disculparse por un error. Y la mayoría de la gente no reconoce el poder del gesto. A las personas a menudo se les llama inmaduras porque no quieren admitir un error debido a su sentido de orgullo fuera de lugar.
Imagina que si todas las personas fueran así, la sociedad degeneraría en caos y la humanidad no habría logrado nada. Lo que esta gente no sabe es que no hay nada degradante en disculparse. De hecho, admitir el propio error es un rasgo admirable y es una marca de alguien con un carácter superior comparado con otros.
5. Responsabilízate de tus errores
Si cometiste un error, discúlpate y encuentra una solución para corregirlo. Asumir la responsabilidad te enseña mucho sobre cómo recuperarte de los fracasos y, en el proceso, uno aprende del error en lugar de desanimarse por él. Además, tomar responsabilidad es una señal de que consideras a las personas que te rodean, en particular a las que están directamente afectadas por tu error.
6. Planifica para el futuro y no te conformes con una gratificación a corto plazo
Es fácil caer en el tren de YOLO — ”you only live once” (Solo vives una vez) — hoy en día, pero todavía es más prudente prepararse para el futuro en lugar de pensar sólo en lo que sería divertido en este día y en el siguiente. Después de todo, nunca se sabe cuándo llegarán los tiempos difíciles, así que es mejor tener una red de seguridad preparada para cuando llegue.
Planificar para el futuro no es sólo estar financieramente seguro con ahorros en inversiones, sino hacer actividades que te ayuden a lograr tus metas en lugar de hacer cosas que son divertidas que agotan tus finanzas.
7. Se de mente abierta
Ser de mente abierta significa suspender los prejuicios preexistentes antes de juzgarlos como buenos o malos. También implica conocer la información correcta y los datos de apoyo sobre algo antes de causar una impresión. Estar atascado con nociones preconcebidas y prejuicios obstaculiza el progreso y causa conflictos interpersonales en el futuro.
8. No te dedique a chismes, sino a un discurso intelectual maduro
Los chismes son improductivos y desagradables, por no decir más. No obtienes nada de ella y lastimas a la gente con ella. La gente madura habla de ideas en lugar de personas. Con un discurso intelectual adecuado, se aprende algo útil en comparación con los chismes inútiles.
9. No podrás Y NO TIENES que complacer a todas las personas a tu alrededor
Nadie es perfecto y nadie debe a nadie que cambie sólo para ser querido por la gente que le rodea. Si una persona te odia por lo que eres, ten en cuenta que hay más personas dispuestas a aceptarte por lo que eres. No vivas tu vida de acuerdo a las expectativas de alguien.
10. Haz algo y hazlo hasta el final
Si quieres saber cómo ser maduro, empieza por apegarte a los compromisos que asumes. Si dijiste que lavarías la ropa hoy, entonces asegúrate de hacerlo. Si tu meta a largo plazo no se logra en un solo día, alinea todas tus actividades y energía hacia la consecución de tu meta. Ver y llevar las cosas hasta el final te enseña a ser una persona creativa en el logro de tus metas. Por supuesto, también te hace sentir bien tener un ítem marcado de tu lista de “cosas por hacer” aunque sea algo superficial.
11. Aprende de tus errores
Suena a cliché, pero aprender de tus errores te permite enfrentarte a futuros errores fácilmente. No permitas que los errores te decepcionen, sino que aprendas a convertir algo negativo en una experiencia de aprendizaje positiva. La cagamos muchas veces en el transcurso de nuestras vidas. La persona que se ocupa de ello más fácilmente, y posiblemente evita cometer el mismo error, es la que aprendió de ello.
12. No siempre puedes conseguir lo que quieres
A menudo nos sentimos decepcionados si no conseguimos algo que deseábamos durante tanto tiempo. Si dejamos que esa decepción persista, se convierte en amargura y resentimiento. Consecuentemente, la amargura y el resentimiento nos hacen hacer cosas estúpidas como odiar y culpar a la gente que nos da una visión negativa del mundo.
Hay dos maneras de lidiar con esto: si no es para ti, entonces déjalo ir y concéntrate en otras cosas. Sin embargo, si tanto lo deseas, inténtalo de nuevo y persevera hasta que lo consigas. Pero la principal lección que la madurez requiere es que la gente debe aprender cuándo detenerse y dejarse llevar.
Las personas envejecen al mismo ritmo, pero no todas desarrollan la madurez al mismo tiempo. Ser un verdadero adulto no se define por la edad, sino por la madurez. Comprender cómo ser maduro es ese rasgo necesario para hacer más fácil la “adultez”.
¿Te gustó lo que acabas de leer? Danos “Me gusta” en Facebook Twitter Pinterest y te prometemos que seremos tu amuleto para una hermosa vida amorosa.
Comentarios
Cargando…